Los juegos de mesa o de azar han existido durante siglos, ya sea como medio de apuesta o como forma de pasar el tiempo, aunque la cuna de los juegos de cartas es Francia, en España también existe un mazo de cartas y propio y por derivativa varios juegos de cartas entre ellas la brisca.

El juego consiste en juntar un juego de cartas con una carta del triunfo, cabe decir que las carta son distribuidas de a pocos y que el objetivo es obtener un mayor puntaje que el rival para así poder ganar el juego.

Se practica con una baraja española de cuarenta cartas y generalmente se juega entre dos a cuatro jugadores, si se jugaran de cuatro se juega por parejas, siendo las cartas de mayor valor el as, seguido del tres, del rey y el caballo, la sota el siete y así respectivamente.

El procedimiento es simple, cada jugador toma una carta y la muestra a la mesa, los que tengan las cartas mayores, juegan en contra, el repartidor es aquel que sacó la carta más alta, teniendo la función de barajar las cartas y de repartir de izquierda a derecha, después de esto se reparten tres cartas en sentido anti horario y se van formando individualmente los juegos hasta obtener al juego ganador.